En Marzo 22, 2016, mi madre se fue de esta vida a estar con el Señor. (Puedes leer mi tributo a ella en inglés.) Aunque la muerte ya no es un enemigo para un creyente de Jesucristo, sigue siendo muy difícil para los que están muriendo y sus amados.
La muerte es el resultado del pecado en el mundo (Génesis 3), y sin la esperanza de un Salvador para el perdón de pecado, recibiremos el juicio de Dios por nuestras acciones. (¿Conoces tú al Señor Jesucristo?) Pero gracias a Dios que mandó a su único Hijo a la tierra para morir por nuestros pecados y resucitar para dar vida eterna a todos los que creen en Él (Juan 3:16).
Espero que esta lista corta de pasajes ayuden a Uds. a levantar sus ojos al cielo mientras experimenten el duelo y luto de la muerte.
Libro recomendado (en inglés): O Death, Where Is Your Sting? Classic Sermons on Dying in Christ and Our Heavenly Hope by Charles Spurgeon
25 Versículos Bíblicos para Consolar | Versículos Sobre La Muerte, Morir en Cristo, el Luto, y la Esperanza del Cielo (NBLH)
Romanos 8:38–39
Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
1 Corintios 15:51–57
Así que les digo un misterio: no todos dormiremos (moriremos), pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: “Devorada ha sido la muerte en victoria. “¿Donde esta, oh muerte, tu victoria? ¿Donde, oh sepulcro, tu aguijón?” El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Juan 11:25–26
Jesús le contestó: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?”
Juan 3:16
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito (único), para que todo aquél que cree en El, no se pierda, sino que tenga vida eterna.
1 Corintios 2:9
“Cosas que ojo no vio, ni oido oyo, ni han entrado al corazon del hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que Lo aman.”
Apocalipsis 1:17–18
Cuando Lo vi, caí como muerto a Sus pies. Y El puso Su mano derecha sobre mí, diciendo: “No temas, Yo soy el Primero y el Ultimo, y el que vive, y estuve muerto. Pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades (región de los muertos).
Apocalipsis 14:13
Entonces oí una voz del cielo que decía: “Escribe: ‘Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor.’ ” “Sí,” dice el Espíritu, “para que descansen de sus trabajos, porque sus obras van con ellos.”
Romanos 14:7–9
Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo. Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. Porque para esto Cristo murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos.
Filipenses 1:21–23
Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Pero si el vivir en la carne, esto significa para mí una labor fructífera, entonces, no sé cuál escoger. Porque de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor.
2 Timoteo 4:7–8
He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman Su venida (manifestación).
Apocalipsis 21:4
“El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.”
Santiago 1:12
Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado (ha pasado la prueba), recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que Lo aman.
1 Corintios 15:42–44
Así es también la resurrección de los muertos. Se siembra un cuerpo corruptible, se resucita un cuerpo incorruptible; se siembra en deshonra, se resucita en gloria; se siembra en debilidad, se resucita en poder; se siembra un cuerpo natural, se resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, hay también un cuerpo espiritual.
2 Corintios 5:6–9
Por tanto, animados siempre y sabiendo que mientras habitamos (estamos presentes) en el cuerpo, estamos ausentes del Señor. Porque por fe andamos, no por vista (no por apariencias). Pero cobramos ánimo y preferimos más bien estar ausentes del cuerpo y habitar (estar presentes) con el Señor. Por eso, ya sea presentes o ausentes, ambicionamos agradar al Señor.
Romanos 6:23
Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
1 Tesalonicenses 4:13–18
Pero no queremos, hermanos, que ignoren acerca de los que duermen (que han muerto), para que no se entristezcan como lo hacen los demás que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con El a los que durmieron (murieron) en Jesús. Por lo cual les decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron (murieron). Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre. Por tanto, confórtense (aliéntense) unos a otros con estas palabras.
1 Pedro 1:23–25
Pues han nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. Porque:
“Toda carne es como la hierba, y toda su gloria como la flor de la hierba.
Secase la hierba, caese la flor, pero la palabra del Señor permanece para siempre.”
Esa es la palabra que a ustedes les fue predicada (anunciada como buenas nuevas).
Job 1:21
“Desnudo salí del vientre de mi madre
Y desnudo volveré allá.
El Señor dio y el Señor quitó;
Bendito sea el nombre del Señor.”
Versículos Bíblicos sobre la Muerte (de los Salmos)
Salmo 16:8–11
Al Señor he puesto continuamente delante de mí;
Porque está a mi diestra, permaneceré firme.
Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija;
También mi carne morará segura,
Porque Tú no abandonarás mi alma en el Seol,
Ni permitirás que Tu Santo sufra corrupción.
Me darás a conocer la senda de la vida;
En Tu presencia hay plenitud de gozo;
En Tu diestra hay deleites para siempre.
Salmo 23:4–6
Aunque pase por el valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo;
Tu vara y Tu cayado me infunden aliento.
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos;
Has ungido mi cabeza con aceite;
Mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa del Señor moraré por largos días.
Salmo 34:4–5
Busqué al Señor, y El me respondió,
Y me libró de todos mis temores.
5 Los que a El miraron, fueron iluminados;
Sus rostros jamás serán avergonzados.
Salmo 46:1–2
Dios es nuestro refugio y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios,
Y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares;
Salmo 55:22
Echa sobre el Señor tu carga, y El te sustentará;
El nunca permitirá que el justo sea sacudido.
Salmo 73:25–26
¿A quién tengo yo en los cielos, sino a Ti?
Fuera de Ti, nada deseo en la tierra.
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer,
Pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre.
Salmo 116:15
Estimada a los ojos del Señor
Es la muerte de Sus santos.
Salmo 149:4
Porque el Señor se deleita en Su pueblo;
Adornará de salvación a los afligidos.
Cuatro canciones de alabanza que celebran el evangelio en el tiempo de la muerte
Puedo Imaginarme (escrito por MercyMe)
Te Bendeciré (Blessed Be Your Name)
Solo en Cristo
Yo Volaré
Algunas Citas Alentadoras Sobre el Sufrimiento y Cristo
Un Jesús que nunca lloró, nunca podría limpiar mis lagrimas. —Charles H. Spurgeon
No te das cuenta que Jesús es todo lo que necesitas, hasta que Jesús sea todo lo que tengas. —Tim Keller
Las dificultades preparan a menudo a una persona normal para un destino extraordinario. —C.S. Lewis
La muerte no pudo mantener a Cristo en la tumba, pero el amor lo sostuvo en la cruz. —Richard Sibbes
Sermones Bíblicos sobre La Muerte y la Esperanza del Cielo
Sugel Michelen – La Muerte Física (de su serie Escatología Bíblica)
El Cielo – Parte 1 (todo el serie aquí)
¿Qué pasa con el alma del creyente cuando muere? Sugel Michelén
Adrian Rogers – Cómo Sonreír Ante La Muerte