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Biblia y Teología

¿Qué tan Importante es la Renovación de Su Mente? Resultados de Estudio de Investigación

17/10/2017 by kevin Leave a Comment

¿Qué tan Importante es la Renovación de Su Mente? Resultados de Estudio de Investigación

Hace varios años, un médico decidió estudiar la salud y la vida espiritual psicológica de los estudiantes del seminario en una universidad evangélica. Los resultados se dividieron en tres grupos: aquellos con una salud mental excepcional y un alto nivel de madurez (Grupo A), los que tenían una salud mental y madurez normal (Grupo B), y los que tenían conflicto psicológico significativo y un dolor emocional (Grupo C).

Los datos de las pruebas psicológicas se analizaron con el estudio de la vida espiritual que produjo algunos resultados inesperados.

“Cuando llegaron los resultados, en un principio me sorprendió y me decepcionó. Los seminaristas que habían sido cristianos por muchos años sólo fueron ligeramente más saludables y más felices que aquellos que habían aceptado a Cristo en los últimos uno o dos años. Incluso la diferencia no fue estadísticamente significativa,…

… Sin embargo, mi decepción se convirtió en gozo. Aprendí una de las lecciones más valiosas de mi vida cuando encontré el factor que hacia la diferencia.

Ese factor fue la meditación de la Escritura.

Los estudiantes que practicaban la meditación de la Escritura casi a diario durante tres años o más fueron significativamente más sanos y más felices que los estudiantes que no meditaban en las Escrituras diariamente.

Además, fueron significativamente más sanos y más felices los estudiantes que habían meditado en las Escrituras todos los días por menos de tres años. “

Paul Meier, MD, resume sus hallazgos con los siguientes puntos:

  • Experimentar la vida cristiana abundante llena de fruto en vez de amargura, depresión y ansiedad depende de una renovación de la mente.
  • Renovar la mente puede provenir de diversas fuentes: la confrontación de un amigo amoroso, la terapia con un consejero cristiano, la convicción del Espíritu Santo, la enseñanza bíblica, y la meditación diaria en la Escritura
  • La renovación de la mente es un proceso continuo que necesita una entrada diaria de Dios y Su Palabra.
  • “La meditación diaria en la Escritura, con la aplicación personal, es el medio más eficaz de obtener gozo, paz y madurez emocional personal.”
  • Por lo general, toma alrededor de tres años de meditación de las Escrituras diariamente para producir la salud mental y felicidad que es estadísticamente superior.
  • Grupo C (caracterizada por el conflicto psicológico y dolor emocional) no mostraba a nadie que meditaba regularmente en la Escritura
  • La mayoría de los estudiantes que meditaban diariamente de las Escrituras estaban en el grupo A (el grupo con una salud superior mental, madurez y felicidad), y algunos estaban en el grupo B (estado normal de salud y de la felicidad)

Estos resultados no deben ser ninguna sorpresa para nosotros, porque Dios promete que es verdad en la Biblia.

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos…Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” Salmo 1:1–3

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2


Esta historia se encuentra en el libro Renewing Your Mind in a Secular World editado por John Woodbridge.

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8 razones para amar la sana doctrina

02/10/2017 by kevin Leave a Comment

Recientemente hablé con un pastor, el pastor Fernando, que me dijo con gozo que 450 personas dejaron su iglesia de 600. ¿Por qué estaba feliz?

Fernando llevaba años predicando un mensaje de prosperidad y prometiendo sanidad a su iglesia. Y a su redil le encantaba. Pero luego dos de sus hijos murieron en un período corto de tiempo, uno de violencia y el otro de enfermedad. Su mensaje de prosperidad empezó a desmoronarse. ¿Dónde estaba la bendición de Dios? ¿Por qué le estaba pasando esto?

Dios le reveló al pastor Fernando que él estaba predicando un falso mensaje que hizo daño a su congregación y los dejó sin preparación al enfrentarse a la profunda realidad del sufrimiento. Predicar esta doctrina falsa parecía dar resultados a corto plazo, pero a la larga estaba llevando a la gente tras riquezas y bendiciones que la Biblia nunca promete, y quitando el enfoque de las promesas mayores de las Escrituras.

La iglesia necesita sana doctrina para poder enfrentar las complejidades de la vida y de la fe.

¿Qué es la sana doctrina?

La doctrina es “enseñanza escritural de verdades teológicas”[1]. Añadir el término sano a doctrina aguza la definición con las ideas de “saludable” o “adecuado”[2]. Por tanto, una definición de lo que la Biblia quiere decir cuando habla de sana doctrina es la siguiente:

La sana doctrina es la enseñanza bíblica y adecuada de verdades teológicas que llevan a la salud espiritual y a vidas transformadas tanto de los individuos como de la iglesia

La sana doctrina debe ser el contenido de cada sermón, de cada estudio bíblico, de cada canción y de cada libro que leamos en la iglesia. Y debemos amarla. Aquí hay 8 razones por qué hacerlo:

1. Debemos amar la sana doctrina porque Dios ama la sana doctrina.

Las Escrituras ordenan que los líderes  “retengan la palabra fiel que es conforme a la enseñanza” y que “sean capaces también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen” (Tito 1:9). La sana doctrina fluye de las palabras de Dios y de su voluntad revelada en las Escrituras. Dios nos dio Su Palabra y sana doctrina para que podamos conocerle, amarle, obedecerle, y enseñar a otros acerca de Él y de lo que Él ha hecho por nosotros en Cristo. Amémosla porque le amamos a Él.

2. Debemos amar la sana doctrina porque hace madurar tanto a los individuos como a la iglesia.

La doctrina que no es sana trastorna la fe, extravía a la gente, y finalmente nos hace perder el tiempo, como le sucedió al pastor Fernando. Enseñar sana doctrina lleva a la madurez espiritual, tanto en individuos como en la iglesia en su conjunto (Efesios 4:11-14). Conforme nos alimentamos de sana doctrina, vamos teniendo menos gusto por la teología que da comezón de oír pero que luego nos deja insatisfechos y necesitados de lo que verdaderamente necesitamos. La sana doctrina hace crecer nuestra fe y nos lleva a invertir el tiempo sabiamente para Cristo y Su Reino, haciendo madurar a la gente y a la iglesia a la imagen de Cristo.

3. Debemos amar la sana doctrina porque fluye del evangelio.

En 1 Timoteo 1:11, Pablo dice que la sana doctrina es “según el glorioso evangelio del Dios bendito”. El evangelio es un mensaje para ser proclamado y enseñado. La sana doctrina es la sustancia de la verdadera enseñanza del evangelio. Nuestro amor por el evangelio debería estar fuertemente atado con el amor por la sana doctrina, ya que comunica las verdades del evangelio que traen salvación a los oyentes (1 Timoteo 4:16).

4. Debemos amar la sana doctrina porque nos lleva a la santidad.

1 Timoteo 1:10 nos dice que existe una forma de vivir que es contraria a la sana doctrina. La doctrina correcta está ligada a la manera correcta de vivir, y esto es lo que quiere decir Pablo cuando habla del “pleno conocimiento de la verdad que es según la piedad” (Tito 1:1). La sana doctrina nos enseña acerca de un Dios santo y que está airado con el pecado, pero que nos ama lo suficiente como para sacrificar a Su Hijo en nuestro favor, para librarnos de ese pecado. La sana doctrina de un Dios santo produce gente santa.

5. Debemos amar la sana doctrina porque nos guarda de la falsa doctrina.

Las Escrituras apuntan a tres fuentes de doctrina: los demonios (1 Timoteo 4:1), los hombres (Mateo 15:9), y Dios mismo (Tito 2:10). La sana doctrina fluye de Dios mismo, y es incorruptible y dadora de vida. La sana doctrina es un ancla de verdad que nos guarda de ser “llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina” (Efesios 4:14). El amor por la sana doctrina será un “escudo de verdad” contra las mentiras y las doctrinas del enemigo, que son rampantes hoy día, incluso en muchas iglesias.

6. Debemos amar la sana doctrina porque nos lleva a la acción.

Las Escrituras preparan a los hombres y a las mujeres para toda buena obra (2 Timoteo 3:17). Del mismo modo, una enseñanza sana de las doctrinas de las Escrituras cataliza tanto el servicio como el testimonio, al instalar una convicción profunda y un gozo real en la vida de los cristianos. Escuchar la verdad de las Escrituras enseñada claramente exaltará la misericordia y la gracia de Dios, lo cual hará que estemos agradecidos y obedezcamos Sus mandamientos para ser luz en el mundo y proclamar el evangelio, “adornando la doctrina de Dios nuestro Salvador” (Tito 2:7-10).

7. Debemos amar la sana doctrina porque esto significa amar a Cristo mismo.

Nada me hace tener que contenerme como cuando escucho a los cristianos decir: “no necesito doctrina, ¡solamente quiero amar a Jesús!”. Esta gente no entiende que la doctrina es la que nos habla de Jesús, que es la Verdad hecha carne (Juan 14:6). Jesús vino a predicar (Marcos 1:38). Su predicación incluía comunicar doctrina que proclamaba quién es Él y cómo deben vivir sus discípulos en relación con Él y con el mundo.

8. Debemos amar la sana doctrina porque al final nos lleva a la adoración.

Contemplar las verdades acerca de Dios y Sus obras entre los hombres nos hace maravillarnos con asombro de su bondad (Salmos 107). La adoración no es solamente el resultado de la doctrina: es la razón por la que la doctrina existe. Pablo ejemplifica esto concluyendo una de las porciones más ricas de las Escrituras en cuanto a doctrina con la siguiente doxología: ”¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!” (Romanos 11:33).

Dios quiere que la sana doctrina llene la iglesia con creyentes santos, que exalten y proclamen a Cristo y que maduren diariamente en el conocimiento de Dios y la obediencia a Él.

El pastor Fernando ha aprendido mucho desde que dejó de predicar el mensaje de prosperidad y comenzó a centrarse en enseñar las Escrituras. Aunque mucha gente ha abandonado la iglesia, nuevas personas han venido, ansiosas por escuchar la vedad. Los adolescentes que solían sentarse en la parte de atrás de la iglesia y enviar mensajes de texto durante el servicio se han movido ahora a las filas de adelante y han comenzado a servir y a alcanzar su comunidad. Este es un cuadro de la sana doctrina en acción. Enseñar sana doctrina es importante.

El lugar donde comienza la sana doctrina

Aunque estudiar doctrina en la iglesia local es una forma fantástica de crecer, quizás lo más importante que podemos hacer diariamente es estudiar las Escrituras con fidelidad y cuidado. Conforme hemos entrenado a pastores en el programa Pastores Entrenando a Pastores, hemos visto que a menudo el crecimiento en la sana doctrina viene cuando la Palabra derriba las doctrinas que no son sanas, que están enraizadas en un marco teológico defectuoso, en valores culturales específicos, o simplemente en no leer las Escrituras en su adecuado contexto histórico, bíblico y literario.

Prestemos atención al mandamiento de Pablo en 2 Timoteo 1:13 y “retengamos la norma de las sanas palabras que hemos oído, en la fe y en el amor en Cristo Jesús”.


[1] Baker’s Evangelical Dictionary of Biblical Theology

[2]  Entrada para ὑγιαίνω in Louw, Johannes P. and Eugene Albert Nida. Greek-English Lexicon of the New Testament: Based on Semantic Domains. electronic ed. of the 2nd edition. New York: United Bible Societies, 1996.

Publicado originalmente en Coalición por el Evangelio.

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Diferencias Entre La Religión y El Evangelio (Timothy Keller)

31/08/2017 by kevin Leave a Comment

El Pastor de Nueva York Tim Keller me ha enseñado mucho acerca de la vida centrada en el evangelio.

En su libro Iglesia Centrada, hace una comparación entre la religión y el evangelio que diagnostica malas características de una persona viviendo para ganar la aprobación de Dios y también demuestra cómo piensa una persona cambiada por el evangelio de Cristo.

La manera cómo Keller usa la palabra “religión” (69):

La “religión” o moralismo es evitar a Dios como Señor y Salvador desarrollando una rectitud moral para presentársela a Dios en un esfuerzo por mostrar que él nos “debe.”

La manera cómo Keller usa la palabra “evangelio” (69):

El evangelio, sin embargo, nada tiene que ver con desarrollar una justificación que le damos a Dios para que él nos deba; es Dios el que desarrolla y nos da justificación  a través de Jesucristo (1 Co 1:30; 2 Co 5:21).

Una Comparación Rápida Entre Religión y Evangelio (71)

Religión: “Obedezco; luego soy aceptado.”

Evangelio: “Soy aceptado; luego obedezco.”

 

Religión: La motivación se basa en el miedo y la inseguridad.

Evangelio: La motivación se basa en un gozo agradecido.

 

Religión: Obedezco a Dios para conseguir cosas de él.

Evangelio: Obedezco a Dios para conseguir a Dios, deleitarme en él y parecerme a él.

 

Religión: Cuando me critican, me siento enojado o devastado porque para mí es esencial pensar que soy una “persona buena.” Las amenazas a esa imagen de mí mismo deben ser destruidas a toda costa.

Evangelio: Cuando me critican, aunque lucho, no es esencial que piense que soy una “persona buena.” Mi identidad no se fundamenta en mi actuación, sino en el amor que Dios me tiene en Cristo.

 

Religión: Mi vida de oración consiste principalmente en peticiones y solo soy ferviente cuando estoy en necesidad. El objetivo principal de mi oración es controlar las condiciones que me rodean.

Evangelio: Mi vida de oración consiste en momentos abundantes de alabanza y adoración. El objetivo principal de mi oración es tener comunión con él.

 

Religión: La visión de mí mismo oscila entre dos polos. Si—y cuando—vivo a la altura de mis estándares me siento seguro, pero entonces tiendo a ser orgulloso y antipático con la gente que fracasa. Si—y cuando—no vivo a la altura de los estándares, me siento humilde aunque inseguro; me siento fracasado.

Evangelio: La visión de mí mismo no se basa en una visión propia como alguien que alcanza logros morales. En Cristo soy pecador y perdido a la vez, pero aceptado. Soy tan malo que él tuvo que morir por mí, y soy tan amado que él gustosamente murió por mí. Esto me hace ser más humilde y sentirme más seguro, sin ser llorón ni jactancioso.

 

Religión: Mi identidad y valía propias se basan principalmente en lo arduo que trabajo o cuán íntegro soy, por eso debo menospreciar a quienes percibo como perezosos o inmorales. Los desdeño y me siento superior a los demás.

Evangelio: Mi identidad y autoestima se centran en el que murió por sus enemigos, incluido yo. Solo por pura gracia soy lo que soy, por eso no puedo menospreciar a quienes creen o practican otra cosa. No tengo ninguna necesidad interior de ganar argumentos.

 

Religión: Como miro a mi propia calidad o actuación para mi aceptabilidad espiritual, mi corazón fabrica ídolos. Pueden ser mis talentos, mi registro moral, mi disciplina personal, condición social, etcétera. Definitivamente necesito tenerlos para que sean mi mayor esperanza, significado, felicidad, seguridad y fundamento, diga lo que diga que creo acerca de Dios.

Evangelio: Tengo muchas cosas buenas en la vida: familia, trabajo, etcétera, pero ninguna de ellas son fundamentales para mí. No son cosas que definitivamente tengo que tener, por eso hay un límite en cuanto a la cantidad de ansiedad, amargura o depresión que pueden producirme cuando se ven amenazadas o las pierdo.

—

Esta información se encuentra en las paginas 69 y 71 de Iglesia Centrada: Cómo ejercer un ministerio equilibrado y centrado en el evangelio en su ciudad por Tim Keller.

Filed Under: Biblia y Teología Tagged With: Citas, Evangelio, Timothy Keller

Diez razones bíblicas para memorizar la Escritura

28/08/2017 by kevin Leave a Comment

Diez razones bíblicas para memorizar la Escritura

Imagínate que durante una caminata encuentras un gran tesoro, repleto de oro y diamantes. Dándote cuenta de que es tuyo, ¿saldrías con los bolsillos vacíos? ¿O pensarías en un plan para llevar todo que puedas a tu casa, y después volver por lo demás?

Si suena como un sueño increíble, considera que la realidad para cada cristiano es mucho mejor. La Escritura se describe a sí misma como más deseable que el oro y más dulce que miel (Salmo 19:10) porque contiene la verdad eterna de Dios acerca del universo, y la sabiduría que cubre cada aspecto de la vida. Además, la Biblia es la única cosa que nos puede hacer crecer espiritualmente y entrenarnos perfectamente para el ministerio (2 Timoteo 3:16-17).

Desafortunadamente, muchos creyentes dejan un gran tesoro espiritual en el estante en vez de sembrarlo en sus corazones a través la disciplina de memorización. La Escritura misma provee muchas razones para que la memoricemos. Aquí hay diez.

1. Dios nos llama a memorizar las Escrituras.

Colosenses 3:16 nos ordena que la Palabra de Cristo “habite en abundancia” en nosotros. Deuteronomio 6:4-9 nos ordena dar lugar a la Palabra de Dios en nuestras vidas, guardándola en nuestros corazones para enseñarla diligentemente a nuestros hijos, hablar de ella cuando nos sentamos en la casa y en el camino, y para todo lo que hacemos. Necesitamos conocer la Escritura antes de enseñarla o aplicarla como Dios quiere. No es un mandato gravoso, más bien da vida.

2. Jesús memorizó la Escritura.

Jesús, la Palabra encarnada, conocía de memoria la Palabra escrita. ¡Citó 24 libros del Antiguo Testamento casi 180 veces! Es claro que confiaba en las Escrituras como la autoridad más importante, y como la manera de entender el corazón y propósito de Dios. ¿Por qué no seguiríamos el ejemplo de Jesús en conocer las Escrituras de corazón?

3. Memorizar las Escrituras renueva nuestras mentes y transforma nuestras vidas.

¿Eres una de esas personas que tiene que escribir todo para no olvidarlo? Dios sabe que no podemos recordar sus palabras ni cumplir sus mandamientos sin recordatorios frecuentes. Por esta razón, Él nos manda a renovar nuestras mentes en las Escrituras cada día. ¡Ya escribió para nosotros lo que necesitamos en todo momento!

Guardar la verdad de las Escrituras en nuestras mentes nos ayuda en el proceso transformacional que Dios quiere, “Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente…” (Romanos 12:2).

4. Memorizar las Escrituras nos ayuda en contra de la tentación.

La armadura de Dios solo tiene un arma ofensiva, “la espada del Espíritu que es la palabra de Dios” (Efesios 6:10-20). Dios nos dio la Palabra de verdad para con ella destruir palabras falsas y tentadoras. Cuando el diablo tentó al Señor en el desierto, Jesús usó la espada del Espíritu y el diablo huyó (Mateo 4:1-11). ¡La Palabra tiene poder! Si estás luchando contra un pecado específico, atesora la Palabra en tu corazón para ayudarte no pecar contra Dios (Salmo 119:11).

5. Memorizar las Escrituras nos ayuda a vivir en obediencia.

“¿Cómo puede el joven guardar puro su camino? Guardando Tu palabra” (Salmo 119:9). La memorización de las Escrituras es un método preventivo para ganar contra la tentación, porque andar conforme la Palabra nos ayuda a evitar tentaciones en nuestras circunstancias y nuestros pensamientos.

6. Memorizar las Escrituras trae bendición a nuestras vidas.

Dios conecta su bendición con la meditación continua de su Palabra varias veces en la Biblia. Josué 1:8dice, “Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito”. Además, el Salmo 1 describe al que se deleita en la Palabra del Señor como bendito y próspero. Si una persona se deleita en la Palabra, pensaría en la Escritura tanto que partes de ella llegarían a ser memorizadas.

La bendición de Dios no necesariamente será salud, felicidad, o prosperidad material, sino que recibirás lo que permanece y vale más: fuerzas espirituales, esperanza profunda, y comunión con el Creador del Universo y amante de tu alma.

7. Memorizar las Escrituras nos ayuda a animar a otros creyentes más fácilmente.

Uno de los propósitos centrales de la Biblia es animarnos y darnos esperanza (Romanos 15:4). Por esta razón Pablo exhorta a los tesalonicenses a reconfortarse unos a otros con las palabras que les escribió (1 Tesalonicenses 4:18). Cuando tenemos varios pasajes guardados en la mente, es más fácil citarlos para animar a otros creyentes.

Este punto es especialmente relevante para los pastores. Oí de un pastor que se olvidó su Biblia durante una visita a un enfermo en el hospital. Cuando alguien le pidió compartir algunas palabras de la Biblia, el pastor se congeló. No tenía pasajes memorizados. ¡Que esto no te suceda a ti!

8. Memorizar las Escrituras nos ayuda a compartir la Palabra con los incrédulos.

Pedro nos impulsa a estar listos para presentar defensa de la esperanza que tenemos en Cristo (1 Pedro 3:15). Debemos memorizar la Biblia para poder usarla fácilmente en conversación con pecadores que necesitan escuchar el mensaje de un Salvador que perdona. Hablando las palabras de Dios en vez de las nuestras fortalecerá el mensaje con la autoridad y poder de Dios (Isaías 55:11; Hebreos 4:12; Jeremías 23:29).

9. Memorizar las Escrituras nos dará mejor entendimiento de Dios y su voluntad.

Cuando conocemos y obedecemos la Palabra de Dios, llegamos a experimentar al Señor de una manera más profunda (Juan 8:31-32; Juan 14:21). Entre más profundamente conocemos a Dios, más conoceremos su voluntad para nosotros. Meditar en la Palabra mientras la memorizamos nos llevará a poder verificar la voluntad de Dios por la renovación de nuestras mentes (Romanos 12:2). ¿Quién no desea entender mejor la voluntad de Dios?

10. Memorizar las Escrituras nos hace sabios.

La Biblia está llena de sabiduría eterna que impacta la vida completa. Al memorizar la Escrituras, podemos tener esta sabiduría con nosotros en todo tiempo. Incluso Jesús crecía en sabiduría durante su vida (Lucas 2:52), ¿por qué no tú y yo?

Cristiano, haz que la Biblia sea tu tesoro supremo. Puede ser unos versículos, pasajes más largos, o libros completos; no hay mejor inversión de nuestro tiempo que guardar la Palabra de Dios en nuestros corazones.

Este último año he podido memorizar tres capítulos completos de Efesios con un grupo de hermanos. Tenemos la meta de memorizar el libro entero. Las palabras no pueden explicar de manera suficiente la bendición que este desafío ha traído a mi vida.

Si no te atreves a empezar con un pasaje largo, te recomiendo empezar con los versículos de abajo, recordando de la necesidad de entenderlos en sus contextos:

  • 2 Corintios 5:21
  • Isaías 53:5
  • 1 Juan 1:9
  • Hechos 4:12
  • 1 Tesalonicenses 5:16-18
  • Deuteronomio 8:3
  • Salmo 73:25–26
  • Marcos 8:35-36
  • Romanos 8:31-32
  • 1 Pedro 1:13
  • Ezequiel 36:26
  • 1 Tesalonicenses 5:9-10
  • Hebreos 4:15-16
  • Juan 1:1-2
  • Salmos 27:4

¡Que Dios bendiga tus esfuerzos!


Publicado originalmente en Coalición Por El Evangelio.

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Aprendiendo la Teología Bíblica con Sugel Michelen

14/08/2017 by kevin Leave a Comment

Muchos cristianos leen la Biblia como si fuera una colección de citas especiales y historias desconectadas. La realidad es que la Biblia es un sólo libro con una sóla historia que testifica cómo el Dios Creador ofrece gracia a pecadores a través de su Hijo, Jesucristo.

Para poder leer la Biblia y predicarla fielmente, necesitamos entender cómo cada libro y cada pasaje caben en la historia más grande. La Teología Bíblica nos ayuda ver esta historia más grande y cómo todo el Antiguo Testamento apunta a Jesucristo (Lucas 24:44).

Si quieres aprender más sobre la teología bíblica, recomiendo esta serie de lecciones de Dr. Sugel Michelen llamada “El Gran Panorama de La Redención: Jesús A Través de Toda la Biblia.”

Descargar mp3


Lección 1: La Naturaleza y Necesidad de Teología Bíblica

Lección 2: Naturaleza, Importancia, y Uso de La Teología Bíblica

Lección 3: El Patrón del Reino

Lección 4: El Reino Perdido

Lección 5: El Reino Prometido

Lección 6: El Reino Parcial (Primera Parte)

Lección 7: El Reino Parcial (Continuación Primera Parte)

Lección 8: El Reino Parcial (Segunda Parte)

Lección 9: El Reino Parcial (Continuación Segunda Parte)

Lección 10: El Reino Profetizado (Primera Parte)

Lección 11: El Reino Profetizado (Segunda Parte)

Gracias a La Gracia de Dios Iglesia Bautista Reformada en Medellín, Colombia por proveer los videos en su página de YouTube.

Recomendaciones:

  • En Ingles: Learn Biblical Theology with D.A. Carson: The God Who is There (Audio/Video)
  • Libro recomendado: Gran Panorama Divino: La Biblia de Comienzo a Fin por Vaughan Roberts
  • Moviéndose hacia una predicación Cristocéntrica en Ecuador
  • Una guía sencilla para ver cómo el Antiguo Testamento apunta a Jesucristo

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