Rachel Bock era progresista y pro-elección en cuanto al aborto.
Pero viendo las experiencias dolorosas de sus amigos cambió su perspectiva. No sé si Rachel es cristiana, pero su testimonio en Twitter (el cual comparto abajo) describe la realidad triste de del aborto. (Gracias a Jairo Namnún por su traducción.)
La experiencia de Rachel Bock:
Aquí algunas experiencias que han cambiado considerablemente mis puntos de vista sobre el aborto. Yo crecí progresiva, completamente pro-elección. Ni siquiera lo puse en duda, puesto que se me había enseñado que esta era la única vía moral y así creía todo el mundo cerca de mí.
1) Mi hermano embarazó a una joven cuando tenía 19. Todos queríamos que ella abortara. Era claramente horrible. Ella no lo hizo. Mi sobrina, hoy de 17, es una luz brillante en este mundo. Su sonrisa y presencia ilumina el mundo a su alrededor. Es asombroso. En retrospectiva…
2) Mi amiga abortó a los 17. Yo la llevé y la esperé. Ella enciende una vela por su hijo en lo que sería su cumpleaños. Creo que esto ha contribuido a sus luchas con la depresión, que ella ha estado experimentando intermitentemente desde entonces.
3) Un amigo embarazó a alguien a quien él odiaba. Le rogó que abortara. Todo estaba listo, pero ella decidió no hacerlo y desapareció. Meses después, le envían fotos de un bebé igualito a él. Crisis mental inminente. Hoy, tres años después, está luchando por la custodia.
4) Durante una conversación sobre el aborto, una amiga mayor de la familia me dice que no las restricciones son innecesarias porque la manera en que una mujer se siente el resto de su vida es suficiente consecuencia. Luego, con dolor en sus ojos, me dice las edades suyas.
5) Una amiga tiene un aborto mientras termina su segunda carrera. Unos años después, se casa con el mismo hombre, y tienen un bebé. Me dice que desearía haber tenido el primero. Hubieran podido resolver todo, y ella siente cada día como que le falta un hijo mayor.
6) Una amiga me llama para decirme que está embarazada. Solo yo lo sé. Ella dice que va a abortar el fin de semana. No puede tener un bebé. Nunca quiso tener niños. Espera y lo piensa en el fin de semana. Ella hoy dice que su niña es lo #1 en su vida.
Tengo muchos ejemplos más. Estos solo son algunos. Este asunto tan complicado es estropeado cuando consideramos solo dos lados sin pensar en las repercusiones. En conclusión, mis posturas sobre el aborto son mucho más cautelosas porque:
1) No he conocido nunca a una mujer sin algún tipo de pesar psicológico luego de abortar. Nunca hablamos de eso mientras yo crecía y ahora sé que muchos sufren en secreto.
2) Nunca he conocido a alguien que haya tenido su hijo y se arrepienta. Aun cuando pensaban que de verdad no quería el niño. Así que si bien la ley es una conversación diferente, los efectos deben ser considerados y expresados en la narrativa.
Además, los que son pro-elección deben parar con esa idea de que las mujeres deben enorgullecerse de sus abortos. Nadie lo está. Es una cosa horrible con la que lidiar psicológicamente. El ser honestos sobre los efectos es más beneficioso para las jóvenes. Se necesita apoyo.
Por último, la mejor manera de lidiar con esto es fortalecer a las familias y demostrar a los jóvenes que el sexo es divertido, gozoso, y esencial para el bienestar. Pero que requiere meditación y responsabilidad. Si inculcamos esos valores, discutir la ley casi sobra.
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