Las Escrituras nos enseñan acerca de la oración de muchas maneras diferentes: declaraciones de hechos, mandatos, parábolas y también el ejemplo de muchos grandes guerreros de la oración. Uno de esos guerreros es el apóstol Pablo.
En sus epístolas, Pablo incluyó muchas oraciones por los demás (vea una lista completa de las oraciones de Pablo), solo algunas veces Pablo pide oración por sí mismo. Sus peticiones personales nos dan un vistazo al corazón de Pablo y nos ayudan a ver cómo orar mejor para nosotros y los que están en el ministerio. (Pablo pide oración varias veces en los siguientes pasajes: Romanos 15:30-33; 2 Corintios 1:10-11; Efesios 6:19-20; Filipenses 1:19-20; Colosenses 4:2-4; 1 Tesalonicenses 5:25; 2 Tesalonicenses 3:1-2; Filemón 22.)
¿Por qué Pablo pidió oración y qué podemos aprender de sus peticiones? Estoy feliz que preguntaste.
6 observaciones de las peticiones de oración de Pablo
1. Pablo creía que la oración era poderosa, efectiva y necesaria.
Aunque Pablo era un apóstol y uno de los más grandes misioneros que el mundo haya visto, conocía su propia debilidad y dependía por completo de Dios. Pablo sabía que no podía por sí solo hacer efectivo su ministerio o escapar de aquellos que buscaban destruirlo, así que le pidió a la iglesia que orara para que Dios pudiera intervenir y hacer lo que no podía. Es por eso que a menudo pidió oración.
“Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante las oraciones (las súplicas) de ustedes y la provisión del Espíritu de Jesucristo…” Filipenses 1:19 NBLH
2. Pablo sabía que cuando oramos por alguien en el ministerio, nos unimos a ellos en el ministerio.
“Les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que se esfuercen juntamente conmigo en sus oraciones a Dios por mí…” Romanos 15:30 NBLH
Pablo presentó esta petición de oración con la más fuerte apelación posible (por nuestro Señor, Jesucristo, y el amor que es Dios a través del el Espíritu) porque sabe que los que están en el cuerpo de Cristo deben cuidarse unos a otros.
Cuando oramos por otros creyentes en el ministerio, servimos con ellos en la obra de Dios. Dios usa nuestras oraciones para impulsar a otros a mayores alturas y efectividad en el ministerio, alturas y efectividad que no estarían allí sin las oraciones de amigos fieles.
3. Pablo deseaba servir a la iglesia y tener comunión con ella.
Un amor por sus hermanos y hermanas en Cristo emanaba del apóstol Pablo, que era el padre espiritual de muchos. Varias veces, Pablo mostró su profundo deseo de tener comunión y tiempo con aquellos a quienes ministró. Pablo escribió en Romanos 15:30-32,
“Les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que se esfuercen juntamente conmigo en sus oraciones a Dios por mí, para que sea librado de los que son desobedientes (incrédulos) en Judea, y que mi servicio a Jerusalén sea aceptable a los santos, y para que con gozo llegue a ustedes por la voluntad de Dios, y encuentre confortante reposo con ustedes.”
También pidió en Filemón 22 que Filemón le preparara una habitación de invitados en caso de que sus oraciones fueran contestadas y él pudiera visitarlo. Pablo mantuvo el servicio y el compañerismo con la iglesia como una prioridad máxima. Nosotros deberíamos hacer lo mismo.
4. Pablo pidió oración para tener una proclamación audaz y clara del Evangelio.
El evangelio era de primera importancia para Pablo (ver 1 Corintios 15:3), y este enfoque sale en sus peticiones personales de oración. Pide oración por las palabras correctas al compartir el evangelio (Efesios 6:19), para proclamar el evangelio sin temor (Efesios 6:20), claridad en la comunicación (Colosenses 4:4), que se abrirían las puertas para el evangelio (Colosenses 4:2), y que la palabra de Dios avanzaría y sería honrada (2 Tesalonicenses 3:1). Él no quería dejar ninguna oportunidad para la falta de comunicación, sino que oraba y solicitaba la oración de otros creyentes para que el evangelio corriera a través de su ministerio. Este enfoque muestra la compasión profunda y el enfoque eterno de Pablo, algo que todos nosotros deberíamos emular.
5. Pablo pidió oración para ser rescatado de hombres malvados.
Pablo sufría palizas, encarcelamientos, naufragios y enfrentaba peligro constante (2 Corintios 11:25-28). A menudo vivía con un blanco en su espalda debido a la oposición de los judíos, gentiles y falsos maestros, y por esta razón suplicaba constantemente las oraciones de los santos. Esta es la razón por la que Pablo pidió varias veces que fuera “librado de los que son desobedientes (incrédulos)” (Romanos 15:31) y librado “de hombres perversos y malos, porque no todos tienen fe. ” (2 Tesalonicenses 3:2). También, le dijo a los corintios que sus oraciones por él lo ayudarían a librarse de un peligro mortal (2 Corintios 1:10-11). No oraba oraciones condenatorias ni salmos imprecatorios contra sus enemigos (aunque la Biblia no prohíbe tales oraciones), sino que buscaba la liberación de ellos. Dios respondió muchas de estas oraciones, pero al final no impidió la muerte de Pablo. Nuestra sexta observación nos ayudará a ver por qué.
6. Pablo sometió sus peticiones a la voluntad de Dios.
La petición de Pablo en Romanos 15 pidió que los romanos oraran que Pablo estuviera con ellos “por la voluntad de Dios …” (Romanos 15:32). Aun siendo apóstol con autoridad apostólica, Pablo sabía que sus oraciones debían seguir el patrón enseñado por Cristo, quien enseñó a sus discípulos a orar “Hágase Tu voluntad” (Mateo 6:10) y quien modeló esta enseñanza en su tiempo más difícil, “Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras.” (Mateo 26:39).
No todas nuestras oraciones son contestadas como nos gustaría. Pero al igual que Pablo, podemos confiar en Dios y en su perfecta voluntad para obrar todas las cosas para el bien de los que lo aman y para el bien de su Reino (Romanos 8:28).
¡Que Dios conforme nuestros corazones y oraciones según su voluntad!
Deja una respuesta