Jim Elliff compartió estas palabras sabias. Lee en inglés.
- Porque un poco de pecado conduce a más pecado.
- Porque mi pecado invita a la disciplina de Dios.
- Porque el tiempo pasado en el pecado es una pérdida para siempre.
- Porque mi pecado nunca agrada, sino que siempre entristece a Dios que me ama.
- Porque mi pecado coloca una carga mayor sobre mis líderes espirituales.
- Porque con el tiempo mi pecado siempre trae tristeza a mi corazón.
- Porque estoy haciendo lo que no tengo que hacer.
- Porque mi pecado siempre me hace menos de lo que podría ser.
- Porque otros, incluida mi familia, sufren las consecuencias de mi pecado.
- Porque mi pecado entristece a los piadosos.
- Porque mi pecado alegra a los enemigos de Dios.
- Porque el pecado me engaña, haciéndome creer que he ganado cuando en realidad he perdido.
- Porque el pecado puede impedirme calificar para el liderazgo espiritual.
- Porque los supuestos beneficios de mi pecado nunca superarán las consecuencias de la desobediencia.
- Porque arrepentirme de mi pecado es un proceso tan doloroso, todavía debo arrepentirme.
- Porque el pecado es un placer muy breve por una pérdida eterna.
- Porque mi pecado puede influenciar a otros a pecar.
- Porque mi pecado puede impedir que otros conozcan a Cristo.
- Porque el pecado se burla de la cruz, sobre la cual Cristo murió con el mismo propósito de quitar mi pecado.
- Porque es imposible pecar y seguir al Espíritu al mismo tiempo.
- Porque Dios elige no respetar las oraciones de aquellos que aprecian su pecado.
- Porque el pecado roba mi reputación y me roba mi testimonio.
- Porque otros, en un tiempo más serios que yo, han sido destruidos por esos pecados.
- Porque todos los habitantes del cielo y del infierno testificarían de la insensatez de este pecado.
- Porque el pecado y la culpa pueden dañar tanto la mente como el cuerpo.
- Porque los pecados mezclados con el servicio hacen que las cosas de Dios sean de mal gusto.
- Porque el sufrimiento por el pecado no tiene gozo ni recompensa, aunque el sufrimiento por la justicia tiene ambos.
- Porque mi pecado es adulterio con el mundo.
- Porque, aunque perdonado, volveré a ver este mismo pecado en el Trono del Juicio, donde se aplica la pérdida y la ganancia de recompensas eternas.
- Porque nunca puedo saber de antemano cuán severa podría ser la disciplina por mi pecado.
- Porque mi pecado puede ser una indicación de una condición perdida.
- Porque pecar no es amar a Cristo.
- Porque mi falta de voluntad para rechazar este pecado ahora le otorga una autoridad sobre mí mayor de lo que deseo creer.
- Porque el pecado glorifica a Dios solo en Su juicio sobre él y cuando lo convierte en un buen uso, nunca porque valga algo por sí solo.
- Porque le prometí a Dios que Él sería el Señor de mi vida.
Renuncie a sus derechos – Rechace el pecado – Renueve la mente – Confíe en Dios
(Copyright Jim Elliff 1992; revisado 2021. Usado con amable permiso.)