La oración a menudo es difícil, y el sufrimiento solo lo hace más difícil.
El sufrimiento surge cuando vemos a personas malvadas que disfrutan del éxito. Si eres como yo, te vuelves loco cuando observas a las personas avanzar en sus carreras a través del engaño, a los políticos que actúan de manera corrupta, y a los estafadores que utilizan la crisis del COVID-19 como pretexto para explotar a otros. ¿No va a hacer Dios nada con respecto a su maldad?
La oración es un arma segura y firme para tiempos como estos, y no hay una guía más segura para la oración que los Salmos. Este artículo comparte cinco Salmos que nos enseñan cómo orar cuando los malvados prosperan.
1. Salmo 37 – Cuando nuestros corazones necesitan un nuevo enfoque
El Salmo 37 es probablemente más conocido por el versículo cuatro, “Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón.” Es una gran promesa, pero a menudo se saca de su contexto. El Salmo trata de no envidiar a los malvados, y el versículo cuatro es parte de una letanía de mandamientos que nos ayudan a no envidiar a los malvados:
- “No te irrites” (versículo 1)
- “Confía en el Señor, y haz el bien” (versículo 3)
- “Pon tu delicia en el Señor” (versículo 4)
- “Encomienda al Señor tu camino” (versículo 5)
Estos mandamientos a menudo se siguen con razones para no envidiar a los malvados y los resultados tanto para los justos como para los malvados. Los malvados “se marchitarán como la hierba verde” (versículo 2) y serán “exterminados” (versículo 9). Mientras los justos sufren por un tiempo, sabemos que Dios actuará a favor de ellos y hará que su justicia sea clara para todos (versículos 5 y 6).
El versículo 34 resume el Salmo:
Espera en el Señor y guarda Su camino,
Y Él te exaltará para que poseas la tierra.
Cuando los impíos sean exterminados, tú lo verás.
Puntos de oración:
- Pídele a Dios que te ayude a confiar en Él y no te concentres en quién o qué te molesta de tu situación.
- Espera tu glorioso futuro en Cristo, uno que “heredará la tierra” de los cielos nuevos y la tierra nueva.
- Haz de Dios tu fortaleza y refugio en tiempos de angustia.
2. Salmo 73 – Cuando nos volvemos envidiosos y amargos al considerar a los malvados
Asaf, el escritor de este Salmo, luchó contra la envidia, la ira, y la amargura. Para él, parecía que los malvados no enfrentaban ningún castigo o problemas como el resto de nosotros. Tal pensamiento es suficiente para descarrilar la fe de uno y traicionar al pueblo de Dios (versículo 15). Lo que cambió la ecuación para Asaf fue entrar en el santuario de Dios y discernir el fin de los malvados. Nuestro Dios de perfecta justicia dará a los malvados su merecido castigo (18-20). Después de confesar su pecado (21-22), Asaf expresó su confianza en Dios:
Sin embargo, yo siempre estoy contigo;
Tú me has tomado de la mano derecha.
Con Tu consejo me guiarás,
Y después me recibirás en gloria.
¿A quién tengo yo en los cielos sino a Ti?
Fuera de Ti, nada deseo en la tierra.
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer,
Pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre. (Salmo 73:23-26)
Puntos de oración:
- Cuando te encuentres en una situación abrumadora, adora a Dios y llena tu mente con Su verdad. No te preocupes por lo que te amarga.
- Recuerda la justicia de Dios. Él castigará a los malhechores y traerá a Sus hijos sanos y salvos a casa.
- Haz de Dios tu mayor tesoro, no una gran situación terrenal. A menudo valoramos más a Dios cuando todo lo demás nos es quitado.
3. Salmo 10 – Cuando los malvados oprimen a los pobres y vulnerables
El Salmo 10 comienza con el salmista clamando a Dios por parecer lejano mientras los malvados persiguen a los pobres. Llenos de orgullo, los malvados actúan como si Dios nunca viera sus acciones (versículo 11) o los llamara a cuentas (versículo 13). Y puede parecer así. Pero el salmo termina afirmando la justicia y el señorío de Dios. Proclama que Él ve la angustia de los afligidos (versículo 14) y que hará “justicia al huérfano y al afligido; para que no vuelva a causar terror el hombre que es de la tierra” (versículo 18).
Puntos de oración:
- Está bien preguntarle a Dios por qué parece estar distante durante nuestros problemas.
- También podemos pedir justicia para los malvados (versículo 15). Recomiendo equilibrar las porciones imprecatorias de los Salmos con oraciones por la salvación (e incluso la bendición centrada en Cristo) de los malvados. Señor, concédele la salvación al impío, pero si no se aparta de sus caminos, “quiébrale su brazo” (versículo 15) de una manera que haga que él y otros te vean.
- Ora con confianza en el carácter de Dios para que, incluso cuando los malvados opriman a muchos, traiga justicia y vindique a Sus hijos oprimidos en Su tiempo.
4. Salmo 49 – Cuando los tramposos prosperan financieramente
¿Por qué Dios permite que los inmorales se hagan ricos mientras yo lucho por salir adelante? Esa es la pregunta detrás de este Salmo. La respuesta es recordar que no importa cuán ricos o poderosos se vuelvan los malvados, no pueden llevarse nada consigo a la tumba.
No temas cuando alguien se enriquece,
Cuando la gloria de su casa aumenta;
Porque nada se llevará cuando muera,
Ni su gloria descenderá con él. (Salmo 49:16-17)
Puntos de oración:
- Recuerda que todas las riquezas terrenales, el poder, y el reconocimiento son temporales, pero que nuestras recompensas celestiales son eternas.
- Nuestra comprensión del mundo se basa en nuestra relación con Dios, no en el éxito terrenal (versículo 20; ver también Proverbios 1:7). Agradece a Dios por esta verdad y pídele una perspectiva eterna.
- Recuerda que Dios nos levantará a todos de entre los muertos, a los justos por recompensa y a los impíos por la desgracia. ¡Gracias a Dios que Jesús tomó el castigo que merecemos!
5. Salmo 2 – Cuando los líderes mundiales (incluido los tuyos) te vuelven loco
Cuando las naciones y sus líderes conspiran contra Cristo y Su Reino (versículos 1-3), la respuesta de Dios es contundente. Él no se sienta en el cielo retorciéndose las manos con desesperación; se ríe (versículo 4). Él tiene todo el poder en el universo y ha designado a Su Rey elegido, Su Hijo Jesús, sobre las naciones como gobernante y juez.
¿Nuestra respuesta? Adoración y servicio a este Rey. A medida que nos sometemos a Él como Señor, la frase final del salmo se vuelve verdadera para nosotros: “¡Cuán bienaventurados son todos los que en Él se refugian!”
Puntos de oración:
- Las naciones y sus gobernantes continuarán enfureciéndose contra Jesús y Su reino hasta que Jesús los elimine en el juicio final. Establece tus expectativas según esta verdad.
- Dios puede reírse de las personas más malvadas de la historia del mundo y “obrará todas las cosas según el consejo de su voluntad” (Efesios 1:11). Cuando confiamos en Su mano soberana, también podemos reírnos.
- Encontrar refugio en Cristo nos lleva a una bendición que el dictador más malvado jamás podrá quitarnos.
Dios nuestro refugio
La oración no suele cambiar nuestra situación de inmediato, pero nos cambia a nosotros. Crecemos en la confianza de nuestro Dios soberano, y nos refugiamos en que el Señor “sabe rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio” (2 Pedro 2:9).
Nuestra situación puede permanecer igual o empeorar a corto plazo, pero somos “más que vencedores” (Romanos 8:37) en Cristo y veremos la justicia de Dios a su debido tiempo.
Hasta entonces, refúgiate en Dios a través de la oración.
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