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D.A. Carson

La Cruz (y nada más que la cruz) es la prueba suprema del amor de Cristo

22/07/2020 by kevin

Nunca te conformes con menos de lo mejor cuando Dios nos ofrece algo mucho más grande y más seguro.

D.A. Carson compartió la siguiente ilustración en una clase sobre Apocalipsis para aplicar la verdad de Apocalipsis 1:5 (“Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre,”) y explicó cómo la cruz es la prueba suprema del amor de Cristo. (Las clases son gratuitas en inglés.) Esta historia sale de una conversación con un misionero en Papúa Nueva Guinea.


En este día en particular, yo fui a visitar la casa de esta pareja. Yo había dicho algunas cosas en un sermón que a esta pareja no les gustó, y ellos querían interactuar un poco conmigo.

Me comentaron que hace un tiempo había venido de visita un predicador desde los Estados Unidos. Él estaba lidiando con adultos que habían sido abusados como niños, y que se sentían alejados de Dios como resultado de ese abuso. Tenían todo tipo de historias de lo difícil que es sentirse amados por Dios cuando nunca has sentido amor de tus padres. Así que este predicador estaba tratando de ayudar a la gente que venía de este trasfondo a reimaginar su nacimiento. Y este misionero me contó que él había reimaginado cómo él salió del vientre de su madre y Jesús estaba ahí para arroparlo y abrazarlo. Y fue algo tan conmovedor para él que él solo lloraba y lloraba y lloraba. Esta era la primera vez que él se había sentido amado por Jesús, y causó una catarsis tremenda en él.

“Ahora, ¿vas a criticar eso?”, me preguntó. Y es que yo había criticado algunas de esas cosas en algunos sermones. Él me dijo, “¡Me ayudó! Me siento más maduro, más estable, más amado por Cristo. ¿Hay algo malo en eso?”.

¿Qué hubieras respondido tú? “Bueno, es mejor que no te sientas amado por Cristo. Muchas gracias”.

No, lo que le dije fue: “Mira, si como consecuencia de esta experiencia puedes sentir mejor el amor de Dios en Cristo Jesús, qué bueno. No te voy a apedrear. Pero déjame decirte que, francamente, te has quedado con lo segundo y no con lo mejor”.

Y él me dijo, “¿excúsame?”.

Entonces le dije, “¿Dónde en la Escritura se muestra el amor de Cristo de una manera más evidente? Se manifiesta en la encarnación. Se manifiesta en los sufrimientos, de manera máxima en la obra de la cruz de Cristo. ¿No es de eso que hablan una y otra otra vez los escritores del Nuevo Testamento? ¿No es eso lo que está pasando ahí en Apocalipsis 1? ¿No es de eso que habla Pablo cuando describe la justificación en Gálatas 2:20-21?…”.

Lo que le dije fue esto: “Mira. Pudiste haber tenido la misma catarsis. Pudiste tener el mismo sentimiento de reintegración emocional en el contexto de la aplicación de verdades básicas del evangelio. ¿Dónde nos habla la Biblia de proyectar en nuestra imaginación a Jesús estando ahí en el vientre de tu madre mientras caes de su barriga?

“Lo que está claro es que, en tu mente”, le dije, “No estás pensando en el poder del evangelio para reintegrar tu vida, sino en el poder de tu imaginación. Si estás reintegrado y empiezas a sentirte bien otra vez, no voy a lanzarte piedras. Pero has elegido lo segundo mejor. Lo has alineado y asociado en tu mente no con lo que Dios dice que deberías haberlo asociado, sino más bien con algo que, con el tiempo, si no se mantiene a cuentas, pudiera eventualmente llevarte a todo tipo de soluciones psicológicas y a ideas tipo meditación trascendental y cosas similares. Eso en vez de la demostración del amor de Dios más preciada, histórica y centrada en Dios, a saber: la cruz.

Te digo con honestidad que pudiste tener toda esa experiencia emocional de reintegración, de quebrantamiento, todas esas lágrimas, al meditar en un pasaje como Efesios 3:14-21, “(que) sean capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento”. Lo que necesitas es poder integrar tu comprensión experiencial del amor con el evangelio. De lo contrario, solo es cuestión de tiempo para que te vayas alejando a una mera búsqueda de experiencias divorciada de la revelación de Dios en el evangelio”.


Artículo en inglés. Gracias a Jairo Namnún por su traducción (y por darme gracias).

Filed Under: Biblia y Teología Tagged With: D.A. Carson

La única cosa que puede destruir el cristianismo desde adentro y cómo prevenirla

22/06/2020 by kevin Leave a Comment

Una de las primeras cosas que aprendí en el matrimonio es que el hecho de asumir cierta información a menudo causa problemas.

Una vez planeé reunirme con mi esposa en una tienda para hacer compras, pero me olvidé de decirle cuál local (hay varios cerca de nosotros), y ella llegó a otro lugar 25 minutos de donde yo estaba. Perdimos la oportunidad de disfrutar tiempo juntos porque yo asumí que ella entendía lo que yo estaba pensando.

El asumir información es también peligroso en el cristianismo, y en casos extremos, puede llevar aún a la autodestrucción. En las páginas 68–69 del libro La Cruz y el ministerio cristiano: Principios para un liderazgo dinámico y cristocéntrico, D.A. Carson comparte lo que, según él, es la única cosa que puede destruir el Cristianismo desde adentro:

He escuchado a un líder Menonita respaldando a su propio movimiento de esta forma. Una generación de Menonitas apreció mucho el Evangelio, y creyó que el Evangelio iba unido a cierta entrega social y política. La siguiente generación consideró el Evangelio como algo asumido y potenció la entrega a lo social y a la política. La generación actual se identifica con la sociedad y la política, mientras que unos confiesan y otros dejan de lado el Evangelio; éste ya no está en el centro del sistema de creencias de algunos que se consideran Menonitas.

Tanto si esta es una buena imagen de los Menonitas como si no, seguro que constituye un saludable aviso para los evangélicos en general. Ya estamos en un momento en que muchos pastores evangélicos se limitan a asumir el mensaje de la cruz, pero ya no lo enfatizan demasiado. Su centro está en otro sitio. Y me parece que unos pocos corren el peligro de distanciarse de ciertos componentes del mensaje de la cruz, mientras siguen operando dentro del contexto del movimiento evangélico. Al menos es posible que seamos la generación de creyentes que destruirán gran parte del Cristianismo histórico desde adentro; no, en primer lugar, mediante una rancia incredulidad, sino al formular cuestiones relativamente periféricas hasta el punto en que, en la práctica, desplacen lo que es central. Y, ¿cuál será el final de este vagabundeo?

Debemos volver a la cruz y al plan divino de la redención, que se centra en la cruz, convirtiéndolo en el centro de nuestra identidad. Debemos resistir conscientemente todos los halagos de los distintos movimientos, filosofías, y sistemas de valores que toleran la cruz —o incluso, nominalmente, la promueven— pero que, en realidad, la desplazan. Debemos reconocer que lo que significa ser sabios, lo que quiere decir ser espiritual, es abrazar, con la ayuda del Espíritu de Dios, el mensaje del Mesías crucificado.

No podemos asumir la muerte y la resurrección de Cristo Jesús ni sus implicaciones. Si asumimos el evangelio en nuestras iglesias en vez de proclamarlo fielmente, cómo dice Carson, la próxima generación lo perderá.

Hermanos—hagamos todo lo posible para evitar esto.

Ocho maneras prácticas de centrarnos en el evangelio

  1. Démonos cuenta de nuestra necesidad diaria por el evangelio. Es el poder de Dios para la salvación (Romanos 1:16) y para la santificación (Tito 2:11-14). Me encanta cómo Tim Keller lo dice, “El evangelio no es sólo el A-B-C sino que es el A a la Z de la vida cristiana.”
  2. Enseñemos el evangelio a nosotros mismos, en nuestras iglesias, y en nuestras familias como primera importancia (1 Corintios 15:3). Nos examinamos a nosotros mismos y a nuestros ministerios para ver donde asumimos el evangelio y cómo podemos fortalecerlos. Siempre vivamos en el espíritu de reformación en nuestras vidas e iglesias, arrepintiéndonos cuando sea necesario.
  3. Prediquemos sermones expositivos centrados en la persona y obra de Cristo. Esto requiere un entendimiento de la historia de la Biblia y cómo cada parte testifica de Cristo (la teología bíblica). Recomiendo los libros El Gran Panorama Divino para enseñar la historia principal de la Biblia y Cómo Predicar de Cristo Usando Toda La Biblia por Graeme Goldsworthy (mi reseña), para aprender más acerca de cómo predicar a Cristo. También, recomiendo nuestro programa Predicando Expositivamente La Palabra.
  4. Nunca olvidemos la necesidad de testificar acerca de nuestro Rey y Salvador a este mundo perdido. Hay tanto dolor y sufrimiento en este mundo y sólo Cristo es la respuesta. Que el amor de Cristo nos constriña a proclamar el mensaje que todos necesitan.
  5. Cuando apoyamos obras sociales en la iglesia, enfoquémonos en los ministerios centrados en el evangelio. Es bueno ayudar a la comunidad de muchas maneras, pero al enfocarnos en ministerios que ponen al evangelio primero, nos ayuda a recordar y enseñar a otros lo que es primero.
  6. Debemos leer libros acerca de la cruz y el evangelio. Estoy leyendo La Cruz de Cristo por John Stott y es excelente. Recomiendo el libro que escribió mi pastor Colin S. Smith El Cielo, Cómo Llegué Aquí para restaurar tu asombro de la cruz (mi reseña y audiolibro gratis). También, recomiendo todos los libros de 9Marcas que nos enseñan cómo debe funcionar una iglesia saludable centrada en el evangelio (hay libros gratis aquí). Pastores, vean ¿Qué es el Evangelio? por Greg Gilbert para entender lo que es el evangelio y lo que no es, y El Evangelio por Ray Ortlund para ver cómo se centra una iglesia en el evangelio.
  7. Tengamos cuidado al hablar de la política en la iglesia y entre amigos, sabiendo que nuestra ciudadanía principal está en el cielo. Está bien apoyar a un candidato o una causa, pero no está bien poner a esta persona o causa en el lugar de Cristo. Sólo hay un Salvador. (Lea: Cómo Alabar—No Alarmarse—Durante Elecciones)
  8. Vivamos siempre en oración, pidiendo a Dios ayuda para crecer en el evangelio y depender de Él. Elevemos en todo momento oraciones moldeadas por la Biblia (como las oraciones de Pablo) para tener las prioridades que Dios quiere.

Recordar el evangelio y enseñarlo no es una carga, es el privilegio más grande que podemos tener.

¡Que Dios nos ayude a no dar por sentado o asumir que entendemos el evangelio, sino a profundizar en él cada día hasta el regreso de Cristo!

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Las oraciones del Apóstol Pablo en la Biblia | Lista completa

14/11/2017 by kevin 1 Comment

Las Oraciones del Apostol Pablo en la Biblia | Lista Completa

Una manera buena de aprender cómo orar es estudiar las oraciones bíblicas. Aprendemos de su enfoque, sus peticiones, y lo que no piden en oración.

Dios nos ha dado un tesoro en el Nuevo Testamento en las oraciones de Pablo. Es un mentor fiel en cómo orar inspirado por el Espíritu Santo. Estudia sus palabras y ve la transformación de tus oraciones.

Recursos Recomendados:

  • Libro: Lessons from the Apostle Paul’s Prayers por Charles Spurgeon
  • Ocho libros recomendados acerca de la oración
  • Artículo: Seis observaciones de las peticiones de oración del apóstol Pablo
  • Libro: Un Llamamiento a La Renovación Espiritual: Las Prioridades de Pablo y Sus Oraciones por D.A. Carson (y sus sermones en inglés o este artículo: 8 Lecciones de la escuela de la oración)

Lista Completa de Cada Oración de Pablo en La Biblia

“Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo. Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones, rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.” Romanos 1:8-10

“Hermanos, ciertamente el anhelo de mi corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.” Romanos 10:1

“¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! Pues, ¿quién ha conocido la mente del Señor?, ¿o quién llego a ser su consejero?, ¿o quién le ha dado a Él primero para que se le tenga que recompensar? Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén.” Romanos 11:33–36

“…gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración…” Romanos 12:12

“Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. ” Romanos 15:5-6

“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” Romanos 15:13

“Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios, para que sea librado de los rebeldes que están en Judea, y que la ofrenda de mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta; para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros. Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén.” Romanos 15:30-33

“Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.” 1 Corintios 1:4-9

“La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros.” 1 Corintios 16:23

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos. Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación.” 2 Corintios 1:3-7

“Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es suficiente?” 2 Corintios 2:14-16

“Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. ¡Gracias a Dios por su don inefable!” 2 Corintios 9:12-15

“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” 2 Corintios 12:7-9a

“Y oramos a Dios que ninguna cosa mala hagáis; no para que nosotros aparezcamos aprobados, sino para que vosotros hagáis lo bueno, aunque nosotros seamos como reprobados. Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad. Por lo cual nos gozamos de que seamos nosotros débiles, y que vosotros estéis fuertes; y aun oramos por vuestra perfección.” 2 Corintios 13:7-9

“Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.”  Gálatas 6:18

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. . . .” Efesios 1:3ff

“Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.” Efesios 1:15-23

Sermon de Efesios 1:15–23 – Cuatro peticiones de oración para conocer más a Cristo

“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.” Efesios 3:14-21

“[orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;] y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.” Efesios 6:19-20

“Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora; estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” Filipenses 1:3-6

“Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.” Filipenses 1:9-11

“Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante vuestras oraciones y la suministración del Espíritu de Jesucristo…” Filipenses 1:19

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7

“La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. ” Filipenses 4:23

“Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos, a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio, que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad, como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros, quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.

Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.” Colosenses 1:3-14

“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar.” Colosenses 4:2-4

“Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.” 1 Tesalonicenses 1:2-3

“Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes. Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido de los de vuestra propia nación las mismas cosas que ellas padecieron de los judíos, los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios profetas, y a nosotros nos expulsaron; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres, impidiéndonos hablar a los gentiles para que éstos se salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta el extremo.” 1 Tesalonicenses 2:13-16

“Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios, orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe? Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros. Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.” 1 Tesalonicenses 3:9-13

“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.” 1 Tesalonicenses 5:23-24

“La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén.” 1 Tesalonicenses 5:28

“Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los demás; tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis…” 2 Tesalonicenses 1:3ff

“Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.” 2 Tesalonicenses 1:11-12

“Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque Dios los ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. Fue para esto que Él los llamó mediante nuestro evangelio, para que alcancen la gloria de nuestro Señor Jesucristo.” 2 Tesalonicenses 2:13-14

“Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, 17conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.” 2 Tesalonicenses 2:16-17

“Finalmente, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor se extienda rápidamente y sea glorificada, así como sucedió también con vosotros; y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe. Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal. Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor, en que hacéis y haréis lo que os hemos mandado. Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.” 2 Tesalonicenses 3:1-5

“Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.” 2 Tesalonicenses 3:16

“Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio.” 1 Timoteo 1:12

“Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, único Dios, a Él sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.” 1 Timoteo 1:17

“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo…” 1 Timoteo 2:1-6

“Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día; deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo; trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2 Timoteo 1:3-7

“Tenga el Señor misericordia de la casa de Onesíforo, porque muchas veces me confortó, y no se avergonzó de mis cadenas, sino que cuando estuvo en Roma, me buscó solícitamente y me halló. Concédale el Señor que halle misericordia cerca del Señor en aquel día. Y cuánto nos ayudó en Éfeso, tú lo sabes mejor.” 2 Timoteo 1:16-18

“El Señor Jesucristo esté con tu espíritu. La gracia sea con vosotros. Amén.” 2 Timoteo 4:22

“La gracia sea con todos vosotros. Amén.” Tito 3:15b

“Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones, 5porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos; 6para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús. 7Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos.” Filemón 4-7

“La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.” Filemón 25


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